Cuando he empezado a pensar en qué sería del mundo sin diseñadores me he vuelto loco. Prácticamente todos los objetos cotidianos tienen aplicado algo de diseño. Para el primer ejemplo he recurrido a algo de lo más elemental. La rosca es un elemento de diseño industrial que utilizamos a diario y que aparece en la gran mayoría de productos. Por eso he pensado en suprimirlo de un bote de espárragos.
He hecho la vista gorda con otros elementos de diseño que de por sí ya incorpora el propio recipiente de vidrio como su funcionalidad, su ergonomía o los pequeños surcos de la base de apoyo que facilitan el desmoldeo y su estabilidad en cualquier superficie. Al margen de esto, si suprimieramos la rosca el resultado podría ser este.
Sí, ya sé que es absurdo, pero habría que adjuntar un martillo para romper el envase. Aunque ahora que pienso .....el martillo también es fruto de un diseño bien pensado, quizás tendríamos que lanzar los espárragos contra el suelo echando a perder la compra. Que surrealista.
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